viernes, 26 de octubre de 2007

TIERRA



Escrita, has de converger en mayúscula.
SER en el que germina simiente y semilla.
Abierta en surcos se muestra altiva,
orgullosa de ser madre y maceta viva.
Polvo entre olas de rugosa apariencia
rasgó el monstruo de hierro tu cara externa
a fin de arrancar violento del fuero interno,
raíces de buenos tomates y verdes pimientos.
Protectora de caminos, apisona fuerte
arrastrando siglos, a veces, signo agotado.
Hoy te observo, a la vera o en profunda pisada
cuyo peso cubre pies, de tu ente en aras formado.
Dueña del mundo, del todo dueña,
porque aún sin agua, sigues reinando...TIERRA.

domingo, 14 de octubre de 2007

Agobios


Son sensaciones. En el fondo me siento bien. Sencillamente es el hecho de no estar en mi ambiente, con mi gente, lo que llega a agobiarme. No tener un momento en todo el día para dar rienda suelta a esa inquietud que me corre por dentro, como que todo tuviera que estar muy controlado.
Pero es que ha de estarlo. No me vale dejarme llevar cuando se lo que puede suponerme. Dicen que no hace falta estudiar demasiado, que todos vamos a aprobar, que no pueden suspendernos al haber aprobado la oposición. Pero aunque me lo digan, a mí no me vale. Necesito sentirme con la seguridad de haber hecho todo lo posible por conseguir lo que me propongo. Soy así y se que eso no va a cambiar. Sólo cuando veo perdida la partida, abandono, pero no sin haberme esforzado antes.
Pero claro, comentarios del tipo... "Venga, vamos a dar una vuelta"... " No se para que estudias tanto"..., te hacen ver que no terminas de integrarte en el grupo, aunque en el fondo siento que no tengo la necesidad de hacerlo, porque tengo claro para que he venido. Se que soy yo la que me agobio, que podría tomar la actitud de otros pero se que al final me sentiría culpable.
Seguiré durmiendo poco y recuperando el fin de semana, porque... ¡¡¡¡Joder!!! ¡¡¡Qué bien duermo el fin de semana!!!
Llego el viernes y se que están en la clase de canto del peque, y entonces me acerco al diminuto bosque junto a casa, y doy rienda suelta a mis instintos. Los abro y dejo que vuelen entre las hojas y los trinos de los pájaros que se pasean entre las ramas. Allí me dejo llevar...