martes, 29 de enero de 2008

Rompiendo muros


La argamasa está durísima.
Es una piedra de esas que agarras
y tiras al suelo una y otra vez
y no se rompe por más que quieras.

Tendré que coger un cincel,
como los que usaba Miguel Ángel
y poquito a poco
cercenar grano por grano la figura.

Porque el muro tiene años de ladrillos
y aunque deseara partirlo,
la cautela me envuelve con su manto
de quietud y cambio.

Pero el perdón pedido me ayuda
a creer en que soy importante
para quien lo reclama y solicita.
El martillo me hará escultor.

miércoles, 23 de enero de 2008

Agresión

Iban estaba enfermo. Llevaba dos días con fiebre muy alta y al final el médico, después de mucha insistencia por parte de María, accedió a hacerle unas radiografías. Ya sabemos que les aprietan, para que economicen en gastos, pero a veces aburren.

Tuvo que acudir a otro ambulatorio ya que en el que frecuentaban no tenían medios para realizarle las pruebas. Con las placas en una mano y el chiquillo en la otra, se sentó en el coche… Tenían que ir al pediatra…

Intentó dar marcha atrás, pero no pudo. Tras su coche, estacionado en batería estaba otro, en doble fila, impidiéndole la salida. El conductor del mismo, en su interior parecía no haberse percatado de que debía mover el vehículo. Tocó la bocina, obteniendo como respuesta, lo increíble.

El ocupante del otro vehículo, comenzó a gritar dentro del coche. María, que se encontraba en el suyo con las puertas cerradas, escuchaba las maldiciones que profería. Volvió a tocar la bocina, y aquel hombre cuyo comportamiento era inexplicable, salió fuera del coche, se dirigió al coche de María y tras sujetar con la mano derecha, la manilla de la puerta delantera derecha, la arrancó de cuajo.

María, ofendida y enfadada, salió de su coche. Al recriminarle su actitud, recibió un fuerte empujón que provocó su caída. Allí en el suelo, aquel personaje le propinó varias patadas mientras la insultaba.

Del ambulatorio acudieron varias personas en ayuda de María, sujetando unos al agresor y otros, atendiéndola. Asimismo, se avisó a la policía.

Ella dejó todo en manos de los agentes. Lo que más le interesaba en aquellos momentos, era averiguar que era lo que le sucedía a Iban, los motivos de esa fiebre tan alta. Mientras se dirigía al servicio de pediatría, notó que su pie izquierdo, se estaba hinchando por momentos, debido a alguna de las patadas recibidas. Avisó a su marido, Carlos, que dejó su trabajo para ir corriendo a atenderla. En el ambulatorio, después de saber que Iban tenía neumonía, y mientras esperaban que atendieran a María en el servicio de urgencias, el agresor hizo acto de presencia.

María, sobresaltada, indicó a Carlos, que el hombre que se acercaba hacia ella, era el que la había golpeado. Saltó como un resorte. Habían dañado su casa, su vida, su territorio y sin pensarlo, lo agarró por el pecho y le golpeó dos veces. María consiguió que entrara en razón y hacer que lo soltara.

Hace poco tuvieron el juicio. El fiscal, debido a que había sendas denuncias por agresión, exigía pago de multa por ambas partes. El juez, en cambio, fue más lógico. A pesar, de que el agresor indicará que tenía intención de pedir disculpas cuando fue golpeado por Carlos, se entendía que la agresión sufrida por María, no tenía razón a ser y por ello fue obligado a pagar una interesante multa.

Carlos fue absuelto, ya que se confirmó que actuó para proteger a su familia.

domingo, 20 de enero de 2008

Camino



Camino. Abro los ojos a la luz de la mañana. Los patos esconden su cabeza bajo el agua buscando sustento.

Camino. Dejo a las ramas de los arbustos, más desnudas si cabe de lo que ya están. Les robo las gotas de agua que la lluvia trajo de noche arrastrándolas con los dedos. Se deslizan entre los surcos de mis huellas ofreciéndome el frescor del nuevo día.

Camino. Subo y bajo cuestas. La hierba es acariciada por el viento. Han plantado olivos en el terreno de la derecha. Me acerco a los manzanos decorados de muérdago y bajo ellos observo a mi amigo equino. Me mira desde el otro lado de la valla, sacando la cabeza entre los espinos del alambre. Le rozo la crin. Suave.

Camino. Llego a la vera de un arroyo que baja tumultuoso entre piedras y musgo. Humedad a borbotones transparentes. Calidez de agua gélida.

Camino. Árboles desnudos rasgando con sus ramas el nublado cielo. Uñas dobladas en lo alto cargadas de agua y brotes nuevos. Liquen, trinos, rugosa corteza arrancando vida de la tierra.

Camino rápido. En cada parada, una certeza encontrada. En cada tramo, una conclusión. A veces duelen, se revuelven y causan tristeza y otras se destilan en jolgorio y humor. Las certezas de los pensamientos o de las creencias, pueden destinar un momento en un buen entendimiento o en un desastre.

El camino de hoy ha sido exquisito. Tengo que enfrentar otros que igual haya que tapiar de nuevo… Quizás tirar una pared, para volver a levantarla. Lleva tiempo alzada, puede que demasiado.

Llego al destino. Estoy sudando. Una ducha rápida y la carrera de nuevo.

lunes, 14 de enero de 2008

Entre mis brazos


Abandonado entre mis brazos como un chiquillo pequeño,
Comprendo lo que nunca te di, que siempre ansíe de ti.
Ocultos los deseos y rotos los anhelos
en amargura desembocó el alma,
Ni te entendía, ni tú lograbas averiguar la desazón, aturdida y errante.
Allí estaba el silencio, el gran pecado que asesinaba
En inanición, la promesa de un mañana,
amante de caricias encontradas.
Silencio, pecado infernal que dominaba el miedo ladino y astuto
De decir lo que rumiaba el alma, en camino unido por sendero puro.

Duerme y sacia tus entradas en calidez adornada de plata,
Piel abierta que porosa amanece,
tibieza colorada entre roces de sábanas.

viernes, 11 de enero de 2008

Inicios del fin


De concisos pasos atravesando el camino,
suenan hoy las palabras que escribo,
ante las notas cordadas de una guitarra
cuyo aroma deleita mis sentidos.
Por la ventana, observo el atardecer
y de naranja vestido, el horizonte
cuya esencia aguarda la esperada noche
que de rocío escarchado, cubrirá el monte.
Roran las palabras, asoman sensaciones
de cansancio que termina y de regreso a casa,
agotándose los días en armoniosa cadencia,
lejanas semanas y huellas que pasan.
En amargura de lecciones usada la tinta,
inicio en abandono la caprichosa pena,
obsequiando a mi mente, amiga y colega,
la delicia de sentirnos una, creando un poema.

sábado, 5 de enero de 2008

AMIGO


Ahora que se inicia el nuevo Año no hago sino en pensar en el que ha pasado, en todo el esfuerzo y el trabajo que me ha supuesto y en la recompensa lograda. Verdaderamente no las tenía todas conmigo, las pruebas físicas eran un handicap importante ya que mi hombro no terminaba de estar bien y la el temario a estudiar se salía de madre. Muchas veces estuve a punto de tirar la toalla, por esas y por otras cosas.

Cosas, cosas, cosas, mil cosas... No sólo era estudiar, no sólo era ir a correr y a entrenar. El salir de casa, también ha resultado duro, más de lo que imaginaba. Se que se ha terminado, pero el tiempo pasado allí, me ha demostrado con lo que puedo y no puedo. La relación con las personas con las que convivía no ha sido fácil pero pienso que me ha ayudado a asentar las bases de eso precisamente, de mi relación con mucha gente, de saber lo que puedo y no puedo exigir a los demás.

Casi al tiempo de iniciar la oposición, llegué a plantearme si verdaderamente quería quedarme a trabajar en el lugar que me lleva dando las lentejas durante diez años. Me lo planteé durante varios días, semanas incluso, valorando si una cosa podía superar a otra. Valorar si estar rodeada de personas con la que tienes que trabajar pero con la que no terminas de conectar y sabes que no lo harás, puede superar a la necesidad de un sueldo todos los meses. Valorar el terminar por darme cuenta, de si verdaderamente son amigos, los que dicen serlo, los que te ponen una sonrisa delante y te pretenden hacer creer que todo está de puta madre, pero nunca se disculpan cuando te ofenden.... Quizá tengo una idealización estúpida de lo que son las relaciones personales, quizá es eso, pero esa manera de llevarlo me puede sobre todo con la gente que me importa...

Hoy por hoy, sólo con una persona de todas esas con las que trabajo, sólo con una, me siento al cien por cien y desde la aventura de este pasado año todavía más. La única a la que dí la dirección de Ojodefuego... Cada viernes, sonaba mi teléfono... Cada viernes, después de mi familia, una voz al otro lado me abrazaba con su cálidez preguntando qué tal me había ido todo. Cada semana... Me he sentido sola en el curso e incomprendida también, son cosas que nos pasan a todos en la vida, pero tenía la ayuda de mi pareja con interminables llamadas todos los días y la de este, puedo decir, amigo, sin lugar a dudas, todas las semanas.
Es muy fácil, decir que se es un amigo, pero demostrarlo así...

Él, dentro de poco, va a embarcarse en una nueva aventura... Comienza con su pareja la convivencia, la rutina de su día a día cambiará para convertirse en otra. Le deseo todo lo mejor, un buen entendimiento, alegrías que le llenen, tristezas que se apaguen pronto, complicidad repleta de sorpresas, tranquilidad y cachondeo...
Se que mi relación con él cambiará, porque tendrá unas obligaciones que antes no tenía y no dispondrá del tiempo que posee ahora, pero lo que si se es, que si él quiere, me seguirá teniendo como confindente, amiga, lectora y no se cuantas cosas más...
Cuando no estás a tope, es cuando ves ciertamente quien está ahí.... Gracias, miles de gracias, mil...

martes, 1 de enero de 2008

SALUD



Entra el nuevo espíritu
por las rendijas del alma,
penetrando hasta los recovecos del destino.
Se abre la cálida esperanza
como estrelladas mariposas
serenando brillantes alas
sobre pétalos de amapolas.
Buscamos afinidades por las esquinas
anhelando ráfagas de aire fresco,
sonidos de agua corren por la mente
para todos nos en el Año Nuevo.

Llegando un punto en la vida
en el que se vive en otra mesura
os deseo lo que siento que ayuda
a disfrutar a tope de todo lo que se tiene.
Mucha, muchísima SALUD.