¿Cuándo he de
colocar mis límites
ante un ataque?
¿Quizá siempre?
¿Cuándo, mi
rabia apaciguada,
he de responder
a una ofensa? ¿Quizá nunca?
.
Nunca será
siempre
y siempre
consistirá en nunca,
totalmente
imantados en una brújula.
.
Siempre que
halle para despegarme, tiempo
acunándome a
cavilar en un rincón,
trataré de continuar
en posición
y magnetizar con
sosiego, polos y centros.
.
Pero después, para
no perder nunca el rumbo,
retornaré a mi
amada tierra
donde situar la
ley del meollo
escribiendo como
éste, algún que otro poema.
...