Por la eternidad
de la que ahora gozan.
Por el dolor de
quienes les lloran.
Por la
sinceridad que se vive en los rostros.
Por la velocidad
que siega caminos.
Por las personas
que acuden a prestar ayuda.
Por los que
desde la rutina, os sentimos.
Por la tristeza
de quienes han perdido familia.
Por la esperanza
de los que anhelan buenas nuevas del hospital.
Por el tren de
la vida, que por la vía sembró agonía.
.
De callado
silencio, eternidad nuestra.